Uno de los quesos más antiguos de la tradición sarda, conservado durante milenios y protegido por la Denominación de Origen Protegida. Todavía se produce según antiguas tradiciones en los rediles de los pastores sardos con leche cruda, sin pasteurizar, recién ordeñada.
Las ruedas pesan unos 4 kg, con el típico lado redondeado como el lomo de una mula. Se tratan en superficie con aceite de oliva y se ahúman, adquiriendo un característico aspecto rústico. Según la directriz de procedimiento, madura al menos 105 días para ser consumido como queso de mesa; durante seis meses para rallar en sabrosos primeros platos. La corteza es rugosa, de color marrón oscuro. La pasta es compacta, dura, sin agujeros, de color blanco o amarillo pajizo.
El aroma es pleno y característico, a leche y ahumados. El sabor es intenso, rico y complejo, persistente, con una nota especiada.
Es un queso importante, para disfrutarlo con tranquilidad. Es espléndido acompañado de pan salado y un buen vino tinto. Rallado, da aroma, sabor y carácter a pastas y sopas. Disfrutarlo con uvas dulces o higos maduros es una gran manera de terminar una comida.
Ingredientes
Leche entera cruda de oveja, cuajo, sal. Ahumado con humo de leña natural
Almacenar en el refrigerador
o en cualquier caso en un lugar fresco (alrededor de 4-6° C).