Este pecorino, está perforado con agujas, y para reforzar muy bien su término añadido de flores de hinojo que, con su intenso aroma, junto con el tiempo… harán el resto.
El sabor es envolvente y persistente, apetecible… y muy “chulo” precisamente porque no aburre y nunca dejarías de comerlo. La corteza es comestible, por lo que quienes lo deseen pueden comerla, de hecho, podrán encontrar una hermosa y agradable sensación de hinojo.
Forma: cilíndrico de lados rectos con lados planos y borde redondeado;
Aspecto externo: la corteza es semidura, lisa y con presencia de semillas y flores de hinojo.
Aspecto interno: la pasta en su interior es compacta, de color marfil tendente a un amarillo pajizo no uniforme, con un ribete de color claramente más oscuro.
Olor: un fuerte olor vegetal, especialmente en la corteza de hinojo, manteca cocida láctica y animal de establo limpio.
Sabor: ligeramente dulce, pero luego emerge el salado medio y una ligera acidez.
Combinaciones gastronómicas: excelente en tabla de quesos.
Maridajes: vino aromático.
VALORES NUTRICIONALES MEDIOS por 100 g de producto:
Valor energético KJ 1719 – kcal 413
Grasa 31 g
de los cuales 24 g de ácidos grasos saturados
Carbohidratos 1,1 g
de los cuales azúcares gr <0,10
Proteína 33 g
Sal 1,4 g