De la coagulación ácida de las 3 leches convenientemente mezcladas y de una corta y cuidada maduración, nace esta cremosa robiola con un gran equilibrio organoléptico en el que se fusionan dulzor y acidez, envolviendo el paladar con aromas a mantequilla, nata agria y ligeros tostados.
- masa semi-sazonada y blanda
- leche de vaca, leche de oveja, leche de cabra, fermentos, sal, cuajo
- forma cilíndrica
- color pajizo pálido, corteza comestible, blanda y arrugada
- peso alrededor de 300 g
para comer dentro de 45 días