El nombre de anacardo se lo dio el monje y naturalista francés André Thevet, a quien su forma le recordó la de un corazón invertido (“ana” significa “hacia arriba” y “cardium”, “corazón”).
El anacardo destaca como uno de los frutos secos más sanos debido a su perfil nutritivo, y nos aporta ácidos grasos monoinsaturados.
- Bajan el colesterol y los triglicéridos la composición de los anacardos los convierte en aliados perfectos para controlar el colesterol y los triglicéridos, lo que disminuye el riesgo de sufrir trastornos cardiovasculares.
- Los anacardos son una fuente abundante de magnesio, mineral que forma parte de los huesos.
- Contienen grandes cantidades de triptófano, el aminoácido precursor de la síntesis de serotonina, un neurotransmisor que se asocia con la sensación de bienestar.
- Poseen riqueza en minerales, como el magnesio y el cobre; este último fundamental en nuestra salud ya que es esencial para la regeneración de tejidos (pelo, uñas o piel) y el correcto funcionamiento del sistema inmune.