De la combinación de la leche de cabra con su típico aroma ligeramente picante y el dulzor de la nata; nació el Bocconcino; de buena complejidad aromática, con sus recuerdos lácticos, herbáceos, animales y de sotobosque y con una pasta húmeda muy tierna, inmediatamente soluble en boca
- semi-sazonado, textura suave
- leche de cabra, nata, sal, cuajo
- forma cilíndrica
- color ocre con glaseado blanco, corteza comestible tierna
- peso de unos 80 gr
para comer dentro de 50 días